Opinión-. La noticia fue increíble. Los mensajes de
textos, las llamadas telefónicas, se repetían sin cesar, todos se preguntaban
si era verdad que Antonio Barreto Sira había sufrido un accidente, los rumores
iban y venían, todo era una incertidumbre. ¿Qué le pasó al gallo del patio?,
¿Es verdad o no que el próximo gobernador falleció?, las preguntas en esos
instante se quedaban sin respuesta específica.
A poco tiempo,
en medio de ojos llorosos y oraciones al cielo, surgió una afirmación: “es
verdad Antonio sufrió un accidente, el helicóptero donde viajaba se estrelló,
pero él está totalmente bien; lo llevan a un centro médico para atenderlo”. Un
hondo suspiro de alivio consumió el lugar, a todos se nos regresó el alma al
cuerpo, “Antonio está vivo, y con más fuerza que nunca”, dijo uno de los
presentes preso de la emoción que lo embargaba.
Sin lugar a
dudas, luego de reflexionar el incidente que por poco no le arrebató la
existencia al próximo gobernador de Anzoátegui, llegue a la conclusión: Dios protegió a Antonio
Barreto Sira, porque él está predestinado a convertirse en gobernador. Nuestro
Señor lo cuidó con sus ángeles para que sobreviviera a semejante tragedia
aérea.
Cuando observamos las fotos del helicóptero nos preguntamos ¿cómo es
posible que a Barreto Sira y a sus acompañantes no le ocurriera absolutamente
nada?, tan solo golpes y aporreos fue lo que recibió al líder anzoatiguenses,
quien cual roble está en este momento reponiéndose por completo para seguir
dándolo todo por Anzoátegui.
Quisiera
aprovechar este instante para decirle al gobernador de todos los
anzoatiguenses: “Barreto, Dios Todopoderoso está a tu lado, este sábado pasado
así lo demostró Él en su infinita Misericordia, estabas al borde de la muerte y
nuestro Señor metió su mano para que estés hoy vivo. Nosotros, los
anzoatiguenses, este pueblo que te aprecia y te sigue está rezando y orando por
ti, esta pidiéndole al Padre de las alturas que te siga bendiciendo y que te
lleve con bien, porque sin duda tú serás gobernador de Anzoátegui, por eso estás
aquí sano y salvo”.
Vemos con
alegría como todo este pueblo sabio hoy se siente feliz y satisfecho por este
nuevo milagro de Dios, vemos como los anzoatiguenses sin distingo de colores
políticos y diferencias sociales, se unen en una sola alabanza a Dios,
diciéndole “Padre, gracias por tu bondad, eres GRANDE y Misericordioso”.
Antonio Barreto
Sira, es un titán, es un toro que ha demostrado con el favor de Dios y gracias
a su fe sólida, que nada ni nadie lo detiene por eso sigue en la calle al lado
de su gente, demostrando que es posible darle a nuestro estado un buen gobierno
que responda a las necesidades de la mayoría del pueblo.