lunes, 28 de enero de 2013

Campaña adelantada


Opinión-. Al escuchar al vicepresidente Nicolás Maduro hablar, al interpretar con ojos acuciosos las aseveraciones de propios y extraños dentro del régimen, nos percatamos que pareciera que estos se están preparando para un eventual proceso electoral presidencial.
La postergación de los comicios municipales es una evidencia que el Gobierno necesita tiempo no solo para analizar el terreno que está pisando sino para corregir varios entuertos que posee en los municipios y alistar, o proyectar, más la imagen del ungido presidencial que dejó Chávez antes de su partida para la Habana.
La administración actual, por cierto de origen de facto porque no posee asidero legal para su constitución y permanencia a pesar de las aseveraciones extra-legales de un TSJ que parece más un ministerio que un poder autónomo, actúa desesperadamente para conseguir el objetivo de sostenerse en el poder por un tiempo más.
Este Gobierno hace suyo ese refrán popular de “despacio que llevo prisa” para enfocarse en lo que realmente le interesa que es permanecer en Miraflores el mayor tiempo posibles, antes de un desenlace fatal o de la necesidad de volver a poner en la picota el poder electoral de su partido en medio de una crisis social y económica cada vez más aguda.
Lo cierto y evidente es que Nicolás Maduro cada vez se aferra más a la idea del poder presidencial y a la medida de sus facultades y ocasiones refuerza su vinculo dependiente con los hermanos Castros y acelera el andar hacia la consolidación de su imagen internacional, para así garantizarse un respaldo de varias naciones en el momento ideal y en la hora precisa.
El oficialismo está pasando por una etapa transitoria, a pesar que sus más “eruditos” voceros se nieguen a admitirlo y por encima de las manifestaciones de cohesión que más refuerzan la percepción de división interna que percibimos millones de venezolanos, aquí también aplica aquello de “no aclares que oscureces”.
Mientras todo esto ocurre en las altas esferas del poder y quienes hoy poseen el control de la nación se preparan a como dé lugar para mantenerse allí, el pueblo de abajo ese que se le va la luz, que es atracado en las calle, ese que el sueldito no le alcanza para hacer mercado, ese que vive de juntar sencillo para pagar deudas, es el que se las ve mal y el que es olvidado por esos que ostentosamente practican el capitalismo más salvaje en medio de sus peroratas más socialistas.
Es con ellos, con los de a pie, con ese pueblo que puede ser chavista u opositor, ese que es víctima por igual de las necesidades sociales que nos explotan en la cara, y que es igualmente sobreviviente al alto costo de la vida, es por él quien abogo desde esta mi pequeña tribuna, porque son ellos sin que presenten carnet de partido o camisas de ningún color los que sufren día a día por los males acumulados y sin soluciones por décadas de incapacidad y negligencia.
Unos están en una campaña adelantada y la mayoría en una necesidad prolongada. 

lunes, 21 de enero de 2013

¿Qué educación?


Opinión-. La educación es un Derecho Humano que está contemplado en una serie de documentos y tratados internacionales suscrito como refrendado por la Carta Magna nacional, pero el derecho a la enseñanza no es sólo el hecho consumado de educar por hacerlo, sino que debe ser de calidad y profundidad, ya que la masificación en muchas ocasiones va en detrimento de la optimización de la misma.
En este momento la educación venezolana está pasando por un mal momento, porque a pesar de la democratización de la educación que hemos visto a través de las misiones sociales, también es un hecho real, tangible, público, notorio y comunicacional que el sistema educativo formal público venezolano ha ido de mal en peor.
Hoy existe un caótico déficit de profesores de Matemática, Física y Química, en este momento las llamadas “tres marías”, como le dicen o decían los muchachos de bachillerato a estas tres materias, no están siendo impartidas en un número importante de planteles educativos lo que radica en una mala preparación de los jóvenes en áreas indispensables para su formación como parte su futuro, personal y el colectivo.
El Gobierno nacional en su afán de sumar números y datos a su propósito de abultar las cifras de preparación educativa ha puesto en marcha la decisión de colocarle a los muchachos que no han cursado “las tres marías” el término “exonerado” como justificación ante la ausencia de personal que dicte estas disciplinas del pensamiento primario, esto aunado a que por ley no puede existir joven aplazado, por ende aunque el estudiante no éste totalmente preparado lo pasan de nivel, se evidencia la pésima calidad de educación que le estamos dando a las próximas generaciones.
Como madre, pero también dirigente social, me preocupa en sobremanera que en este momento estemos construyendo un país con bases de barro, porque a la medida que la educación  no sea buena en esta misma medida crece las posibilidades en retroceder como nación; estoy convencida que en este momento se están violando los Derechos Humanos de miles de jóvenes estudiantes, quienes están siendo víctimas de una muy mala formación.
Esta administración nacional no se ha interesado en optimizar la educación, sino en socializarla y crear de ella un instrumento de dominación político-ideológico lo cual vemos en muchos textos de educación primaria y segundaria en la cual palpamos el interés de politizar la enseñanza y endiosar míticamente episodios históricos que resaltan el “valor de la revolución”.
Nos preguntamos ¿qué educación se le están impartiendo a nuestros hijos?, ¿qué clase de sistema es este el cual no ve al niño como un ser humano en formación, sino como una estrategia de politización, reculturización, y de números que engrosan argumentos propagandísticos?, nosotros como padres, y madres de familia no podemos seguir permitiendo que el futuro de nuestros muchachos estén en riesgo y con ellos el porvenir de la nación.

lunes, 7 de enero de 2013

Seguimos soñando


Opinión-. El 2012 fue un año de convulsiones electorales, vivimos tres procesos continuos, primero en febrero de aquel año los venezolanos escogieron sus respectivos candidatos para presidente, gobernadores y alcaldes, posterior el 7 de octubre seleccionaron en las urnas al mandatario que guiará nuestro destino por seis años más, y posteriormente en el ocaso de ese año eligieron a los gobernadores y diputados regionales, pero cuando todo el mundo pensaba que este entrante 2013 iba a ser mucho más tranquilo sólo con la consulta a la vista de nombrar a los nuevos alcaldes nos percatamos que el mismo presidente Chávez cambia el juego con el anuncio de su mal estado de salud.

Cuando veíamos que las pugnas electorales iban a cesar, sucedió lo impensable. Pareciera que en este año no sólo vamos a tener la consulta sobre los alcaldes y concejales, sino que existe la gran posibilidad de que los venezolanos acudamos nuevamente a las urnas electorales para decir quién será nuestro próximo presidente.

Los venezolanos tendrán una nueva oportunidad para manifestarse. Ayer lo hicieron de una forma, pero todo indica que esta realidad pudiese cambiar a corto plazo.

Cuando vimos los reveses electorales del 7-O y posterior 16-D muchos se sintieron alicaídos y decepcionados, muchos de los que lo dieron todo en la calle por un cambio en la realidad del país, sintieron que sus esfuerzos cayeron en un abismo, pero pareciera que por “razones sobrevenidas” ese pueblo seguirá soñando para el rescate de la nación en manos de unos tránsfugas que siguen de forma soez haciéndole mucho daños, desde las cúpulas del poder, a nuestra querida patria.

Como cristiana no le deseo nada malo a nadie, sé que allá arriba a un Dios que para abajo ve; estoy segura que los venezolanos tendrán una nueva oportunidad para guiar los destinos de la república hacia unos nuevos horizontes que le permita abrirse paso hacia la construcción de una democracia sólida y que no dependa de las malacrianzas de nadie, ni de los caprichos de enseñoreados dirigentes que hablan del pueblo, pero que hace mucho años lo dejaron de ver y de querer, si es que algún día lo quisieron.

Hoy en día el porvenir de la república se discute y se planifica desde la Habana, pero más temprano que tarde rescataremos nuestra soberanía y seremos nosotros mismos quienes decidamos que hacer con nosotros mismos, porque ningún extranjero ni gringo ni antillano puede decirnos a nosotros qué hacer con nuestros problemas, y cómo solucionar nuestras necesidades.

Seguimos soñando porque es un deber de todo ser humano, y más cuando estos sueños no son mezquinos sino que representan la paz y la tranquilidad para toda una nación. Confío que muy pronto tendemos esa Venezuela bonita que deseamos y que anhelamos con todas nuestras fuerzas. ¡Soñemos, que pronto se hará realidad!