Opinión-. La educación es un Derecho Humano que está contemplado en
una serie de documentos y tratados internacionales suscrito como refrendado por
la Carta Magna nacional, pero el derecho a la enseñanza no es sólo el hecho
consumado de educar por hacerlo, sino que debe ser de calidad y profundidad, ya
que la masificación en muchas ocasiones va en detrimento de la optimización de
la misma.
En este momento la educación
venezolana está pasando por un mal momento, porque a pesar de la democratización
de la educación que hemos visto a través de las misiones sociales, también es
un hecho real, tangible, público, notorio y comunicacional que el sistema
educativo formal público venezolano ha ido de mal en peor.
Hoy existe un caótico déficit de
profesores de Matemática, Física y Química, en este momento las llamadas “tres
marías”, como le dicen o decían los muchachos de bachillerato a estas tres
materias, no están siendo impartidas en un número importante de planteles
educativos lo que radica en una mala preparación de los jóvenes en áreas
indispensables para su formación como parte su futuro, personal y el colectivo.
El Gobierno nacional en su afán de
sumar números y datos a su propósito de abultar las cifras de preparación
educativa ha puesto en marcha la decisión de colocarle a los muchachos que no
han cursado “las tres marías” el término “exonerado” como justificación ante la
ausencia de personal que dicte estas disciplinas del pensamiento primario, esto
aunado a que por ley no puede existir joven aplazado, por ende aunque el
estudiante no éste totalmente preparado lo pasan de nivel, se evidencia la
pésima calidad de educación que le estamos dando a las próximas generaciones.
Como madre, pero también
dirigente social, me preocupa en sobremanera que en este momento estemos
construyendo un país con bases de barro, porque a la medida que la
educación no sea buena en esta misma
medida crece las posibilidades en retroceder como nación; estoy convencida que
en este momento se están violando los Derechos Humanos de miles de jóvenes
estudiantes, quienes están siendo víctimas de una muy mala formación.
Esta administración nacional no
se ha interesado en optimizar la educación, sino en socializarla y crear de
ella un instrumento de dominación político-ideológico lo cual vemos en muchos
textos de educación primaria y segundaria en la cual palpamos el interés de
politizar la enseñanza y endiosar míticamente episodios históricos que resaltan
el “valor de la revolución”.
Nos preguntamos ¿qué educación se
le están impartiendo a nuestros hijos?, ¿qué clase de sistema es este el cual
no ve al niño como un ser humano en formación, sino como una estrategia de
politización, reculturización, y de números que engrosan argumentos
propagandísticos?, nosotros como padres, y madres de familia no podemos seguir
permitiendo que el futuro de nuestros muchachos estén en riesgo y con ellos el
porvenir de la nación.
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