lunes, 25 de febrero de 2013

Venezuela post-chavismo


Opinión-. Convencida estoy que luego de la era del chavismo nuestra amada Venezuela quedará sumida en una grave crisis económica y social sin parangones en los anales de nuestro republicanismo independiente. Este país no ha visto aún el daño real que el oficialismo le ha causado, creo que lo peor está por venir.
El destrozo ideado y ejecutado que el actual régimen realizó de las bases industriales del país, el aniquilamiento de todo el potencial turístico venezolano, y el desdén en materia de interés de seguridad ciudadana, forman parte de un legado atroz que heredaremos de estos casi 15 años de desmadre neo-comunista en el país.
No la tienen fácil aquellos venezolanos que tomen las riendas del país luego que pase la hecatombe del chavismo por Miraflores, hoy vemos con asombro e inaudita visión como los primeros vástagos, deudos de aquel que convalece supuestamente en el Hospital Militar, han perfeccionado y profundizado las técnicas más horribles para el empobrecimiento económico, social y hasta espiritual de los venezolanos.
La república que tendremos luego que la tempestad de los rojos rojitos pase no será para nada alentadora, primero se tienen que hacer grandes esfuerzos para alcanzar la reconciliación de todos los venezolanos, divididos gracias al verbo encendido y truhán de un encantador de serpientes que ejecutó al dedillo aquello de divide y vencerás, luego tendrá que repontenciar todas las capacidades industriales del país, resucitar todos las zonas comerciales venidas a menos por motivo de aquello del “exprópiese” que tanto mal ha causado.
Quien sea el responsable de abrir las alamedas para una nueva etapa nacional tendrá que abocarse a atender todas las enormes demandas sociales que el pueblo pedirá a gritos, porque vemos como las flamantes misiones sociales que ideó este régimen  se vinieron abajo gracias a su incapacidad, creando un gran alivio al principio, pero luego construyendo la mayor de las desesperanzas de las cuales tengamos memoria en la nación.
La Venezuela post-chavista es de pronóstico reservado. No será para nada sencillo alcanzar la calidad de vida que necesitan los venezolanos y más después de década y media de desbarajuste económico, de ilusiones marchitas y de más verbo que acción real para solventar los graves problemas que padecen millones de personas en esta república.
La diversificación de la economía, tantas veces mencionada e ignorada, debe ser bajo un esquema real, efectivo y sincero, el norte que persiga el próximo gobierno porque de lo contrario a pesar que sea un extraordinario promotor de ayudas y programas sociales,  de nada le servirá si no existe en la nación un plan de promoción y reavivamiento de la economía venezolana.
El panorama es muy malo, y mientras esto pase, seguimos en el país viviendo aquel cambio social que a Chávez le gustaba mucho decir “algo que no termina de morir y otro que no termina de nacer”. 

martes, 19 de febrero de 2013

Y llegó, ¿para qué?


Opinión-. El presidente Chávez por fin, luego de dos meses de notaria y silenciosa ausencia, retornó al solio patrio, pero quisiera preguntarle a quien pudiera responderme ¿a qué vino?, si su retorno es para asumir de una vez las riendas del país para el período 2013-2019 es lo justo y necesario, porque para eso fue electo el pasado 7 de octubre; si vino otra vez al país para renunciar ante la imposibilidad de mantenerse en el poder sería hablarle claro y responsablemente a los venezolanos, pero si su presencia en la república es para alargar las esperanzas de los acólitos del oficialismo y la angustia de todos, entonces él y sus secuaces siguen actuando de forma egoísta.
Los venezolanos aspiran a que la actual situación que se vive en nuestra sociedad sea superada con prontitud, porque mientras se debate sobre si Chávez gobierna o no a Venezuela la escasez de productos básicos se agudiza, la inflación golpea a los bolsillos de todos por igual, el desabastecimiento se apodera de los anaqueles de expendios públicos y privados, y la delincuencia continúa su proceder criminal y sangriento por toda la nación.
El señor Presidente, en mi opinión, debería juramentarse y si en verdad no posee las facultades físicas y tal vez mentales para proseguir en el ejercicio de la presidencia tiene que renunciar a sus funciones y dejarle pasó a quien el pueblo elija para que conduzca la república en estos tiempos de dificultades económicas que vivimos.
¡El panorama se dibuja oscuro! la crisis monetaria que sufre el bolívar, la falta de medicamentos y de alimentos como la harina precocida, el azúcar, el pollo entre otros rubros,  son los reales problemas que enfrentamos en este momento y quienes vivimos esta situación, porque dudo que Diosdado, Maduro, Cilia, "La Fosforito", Izarra, Villejas, y compañía sientan la grave realidad de desabastecimiento que la mayoría de los venezolanos sentimos en carne viva, somos los que le exigimos al presidente Chávez a que asuma su rol de guía nacional o que le dé espacio a quienes estén aptos para sacarnos de este atolladero donde él y sus aliados nos metieron
Ya el presidente Chávez llegó a Venezuela, pero ¿su retorno será para solventar las dificultades que atravesamos o más bien para con el liderazgo que infunde el nombre del mandatario permita a Maduro y Diosdado aplicar otras medidas neoliberales y hambreadores como por ejemplo el aumento del IVA, un impuesto al débito bancario entre otras operaciones para tratar de recabar dinero en medio de una economía corrompida, moribunda y prácticamente en vida artificial a punto de quedar vegetativa?. Solo el tiempo tiene la respuesta.
Amanecerá y veremos, pero espero que esa alba sea con un sol luminoso y despejado para todos los venezolanos. 

miércoles, 13 de febrero de 2013

El carnaval gubernamental


Opinión-. Aun estamos en las secuelas de las fiestas carnestolendas, porque todavía estamos en el marco de la octavita, es bueno hacer referencia a las festividades del Rey Momo por parte del gobierno nacional, quien han hecho con sus actuaciones diferentes representaciones de lo que debe ser una administración desenfrenada, ahogada en pecaminosas acciones y en el desbarajuste total.
Primeramente tenemos un Presidente que está y no está, todo el mundo sabe que existe un señor llamado Chávez que fue reelecto Jefe de Estado el pasado 7 de octubre, pero nadie lo ha visto, nadie lo ha escuchado, todo el mundo ha visto su firme producto de un robot y cartas que se leen como especie de escritos milagrosos, y ojo al momento de escribir este artículo ni partes médicos por cadena de radio y televisión ofrecen como lo hacían al principio de esta tragi-comedia a la venezolana.
Tenemos un vicepresidente que es candidato a la presidencia en unas elecciones no convocadas, pero ya anunciadas  desde el año pasado, éste quien es el que mueve los hilos del poder, es secundado por un vivaz presidente de la Asamblea Nacional que coloca las piezas del tablero de ajedrez a su conveniencia, algo así como - aquél tiene la bendición del ido y de los padrinos cubanos, pero yo tengo el partido, el parlamento y parte de la oficialidad del Ejército, es decir a mí nadie me desplaza así de fácil y si lo intentan que se atengan a las consecuencias -, palabras y acciones más o menos son las que se presumen que se viven en las intrigas del Palacio de Miraflores.
En este país el Gobierno culpa a la oposición de la inflación, de la delincuencia, de las masacres en las cárceles, de la devaluación y pare de contar de que otro pecadillo de las altas cúpulas del régimen que son achacadas a esos integrantes de la MUD, pero aquí nadie hace nada, y nadie es culpable de nada dentro de las esferas de influencia del Gobierno.
Mientras todo esto se lleva adelante hay una lucha, casi intestina, entre el régimen y la oposición por saber quiénes son los auténticos titulares, dueños y apoderados de la representatividad del uso de la gorra tricolor, a la par a la lucha diaria que todos los venezolanos de a pie tenemos que soportar ante la escasez de alimentos y medicamentos, jugarnos la vida al salir de nuestros hogares, y hacer cual trapecistas más de un movimientos de malabarista para conseguir un “tigrito” que le permita a los padres y madres de familia llevar alguito más a las mesas de sus casas.
Toda esta descripción de hechos son parte de las fiestas carnestolendas revolucionarias, todo traído de la más extensa imaginación, inclusive recreadas en un cuadro surrealista de Salvador Dalí o en los textos de Edgar Allan Poe. 

lunes, 4 de febrero de 2013

4-F: sangre y cobardía


Opinión-. Nuevamente las fuerzas que acompañan al Presidente de la República celebran un año más de la intentona golpista fracasada del 4 de febrero; aquel día cuando un grupo de militares violando su juramento y la Constitución Nacional intentaron tumbar al gobierno legalmente constituido, pero hondamente rechazado por el pueblo gracias a todas las medidas económicas anti-populares tomadas. En esta ocasión veremos por vigésima primera vez a los gobernantes del presente hablarnos de loas a la insurrección, a la violencia y al golpismo.

Lo inaudito de todo esto, o por lo menos otro detalle más del mar de increíbles realidades que vivimos en Venezuela, es que los defensores del 4-F son los mismos que llaman golpistas, desestabilizadores y anti-democráticos a quienes nos oponemos a la administración, si es que le podemos llamar así, del actual Gobierno nacional.

Mientras ellos celebran un año más de la asonada militar en contra de la Carta Magna, sus voceros, hoy convertidos en reales gobernantes del país por las convalecencias del Primer Mandatario, acusan como si estuvieran libres de pecados a sus adversarios políticos de atentar contra la Constitución y las leyes.
En Venezuela se refleja la realidad de ese refrán que dice: “cachicamo diciéndole a morrocoy conchuo”… Porque es evidente la desfachatez de los militarotes golpistas del 4-F, y de los civiles que los apoyaron en aquella época, y de quienes se les unieron después para “hacer su agosto” por más de 14 años, al señalar a otros de sus propios pecados perpetrados o adoptados.

Ellos dicen que el 4-F no fue un golpe, fue una rebelión cívico militar, bueno si fue así ¿dónde estaba el pueblo aquella noche del 3  para el 4 de febrero?, me acuerdo de algunos disturbios menores en algunas ciudades pero nada fuera de lo normal en aquellos días convulsionados de principios de los 90; si el 4-F no fue un golpe como dicen sus perpetradores o defensores, entonces lo del 11-A del 2002 tampoco lo fue, porque si aquello con tanquetas entrando a Miraflores, con disparos a diestra y siniestra y muertos en la Casona y en el Palacio Presidencial, entonces lo del 11-A que no tuvo ninguno de estos episodios menos lo fue.

Si los hechos de 1992 fue una rebelión cívico-militar, aunque nada viera lo civil por ninguna parte, entonces lo del 11 de abril fue más cívico que militar porque allí todo el país vio una avalancha de pueblo en la calle pidiendo la salida del presidente Chávez, ¿o es que vendrán con el cuento de que la oposición no es pueblo y que ese derecho es exclusivo de quienes respaldan al Gobierno?

Lo cierto es que el 4 de febrero fue un día de mucha sangre derramada para el país, fue el día en que un puñado de hombres con sed de poder se alzaron contra la Constitución, y no solo eso sino que evidenciaron con los hechos que eran mucho más cobardes de lo que nadie pensaba, porque el jefe de todos aquellos soldados alzados jamás salió de su escondite hasta después de rendido y negociado su apretada situación.