Son tres meses en los cuales
quienes defendemos la idea de una Venezuela libre, de un país democrático con
bienestar social para todos por igual, quienes apoyamos la oferta de un camino
de progreso que encarna Henrique Capriles Radonksi, debemos reforzar nuestra
lucha para conquistar el mayor número de
voluntades entre los electores de toda la república y así alcanzar el objetivo
del triunfo.
Mientras el inquilino de Miraflores
pretende jugar con la necesidad del venezolano, mientras el candidato de la
Habana chantajea a miles de ciudadanos con argumentos como el de las misiones
sociales, pensiones o viviendas, el popular corre caminos, el abanderado de la
unidad le lleva un mensaje de esperanza a todo el pueblo sin distingo de
colores, credos o creencias políticas. Mientras el uno amenaza y ataca a todo
aquel que se le opone, el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática continúa su recorrido por la nación e
intensificando en estos meses su campaña por los cuatro costados de la
república.
Un viejo refrán dice que
"camarón que se duerme se lo lleva la corriente", creo que el camarón
de la revolución hace rato que se quedó dormido y hace mucho rato que Henrique
con su juventud e ideas frescas lo pasó a nado corrido. El corre caminos le
deja el pelero al coyote rojo de Miraflores, el corre camino sigue raudo hacia
las elecciones mientras el viejo y cansado "revolucionario" se
atrinchera en los estudios de televisión y en claustros ministeriales, herido y
esperando el final de su carrera presidencial.
Sólo son tres meses en los cuales
debemos seguir llevando las propuestas de progreso, paz e inclusión que
enarbola Henrique Capriles Radonski, son sólo tres meses de campaña donde ninguno
de los que amamos este país y su libertad podemos dormirnos en las laureles,
porque tenemos el deber de dar lo mejor de cada uno de nosotros para alcanzar
la meta de un futuro de desarrollo para todos por igual.
Mientras aquellos se auto-engaña
con encuestas de estadísticas dudosas, nosotros tenemos que proseguir con
nuestro casa por casa, en el pueblo a pueblo que efectúa el conductor del
autobús del progreso; la carrera no es sencilla, pero por encima de las
zancadillas y tropelías que haga el Gobierno saldremos airosos de la contienda
porque Dios así lo quiere y porque con el esfuerzo que pongamos seremos
bendecidos.
El éxito es el premio a la
constancia, hemos perseverado y alcanzaremos el triunfo. Amén.
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