Opinión-. Ya estamos nuevamente en medio de una campaña electoral,
sumergidos en las diatribas que este tipo de eventos suscitan, pero más allá
del debate político creo, y abusaré al abrogarme una vocería que para nada me
pertenece, que los venezolanos apuestan hacia un cambio y una Venezuela unida.
El legado más atroz que nos
dejaron los últimos 14 años es el de la división social, pero cuando nadie
podría creer o tan solo imaginarse que no podíamos estar más fragmentados
entonces surgió el nefasto gobierno de Nicolás que en 100 días ha profundizado los desmanes de un régimen
que se ve sin discurso y sin futuro ante el avasallante progreso de las fuerzas
democráticas.
Las infaustas declaraciones de Diosdado,
quien aseveró que quien los mantenía aguantados en sus locuras ya no está, es
una evidencia clara, notoria, pero sobre todo triste de que estamos en manos de
unos desalmados que no le interesa para nada la unidad del pueblo y que por el
contrario apuestan a su separación definitiva.
¡Por Dios, será que estos señores
añoran una guerra civil!, será que Diosdado y Nicolás sueñan con un
enfrentamiento entre hermanos, esto demuestra a la luz de los hechos que
estamos en el peor momento de la última década y media.
Pero no me cansaré de pelear, de
luchar en la medida de mis humildes esfuerzos en la construcción de una
Venezuela realmente unida, en la edificación de un país donde todos blancos,
negros, mestizos, ricos, y pobres, cristianos y no cristianos, donde orientales
y occidentales, seamos nuevamente una gran república donde trabajemos como una
familia en procura de un futuro de dignidad y progreso para todos por igual.
Quedarnos quietos, sentarnos a
ver los toros desde las barreras no ayuda para nada la creación de esa nación
de hermanos que soñamos y que necesitamos con suma urgencia, por eso, los
invito activamente a participar en la elección de Henrique Capriles no sólo
votando el próximo 14 de abril, sino siendo un multiplicador del mensaje de esperanza
del hoy gobernador de Miranda, convirtiéndose en un jefe de campaña colocando
en su hogar el comando Simón Bolívar de su calle.
Esta es la actitud, de entrega y
dedicación, la peor lucha es aquella que no se hace y el peor recuerdo es aquel
que no se tiene, por eso vamos todos juntos con Capriles a ganar este 14 de
abril, porque sin duda él es el abanderado del porvenir, el candidato que
merece ser presidente de la república para que enrumbe a Venezuela hacia ese
norte de unidad nacional y de encuentro de todos y cada uno de los hijos de
esta patria.
Venezuela es grande en la medida
que los venezolanos lo seamos, vamos pues a edificar desde nuestras fuerzas el
edificio del mañana. El 14-A es la cita, no faltes.